martes, 20 de mayo de 2014

Tengo mi corazón partido

Marta midiendo alcalinidades
Llevamos ya tres semanas, algunos varias más, a bordo del Sarmiento con una rutina ya establecida de muestreo, análisis y descanso. Me siento muy afortunada por encontrarme en un barco gobernado por una mujer, María la capitán y compruebo con satisfacción que en el laboratorio la gran mayoría son mujeres, técnicas, estudiantes de doctorado, postdoctorales … peeroooo…. Únicamente Celia Marrasé y yo pertenecemos a la clase “jefes” que otra vez vuelve a ser de dominancia masculina.  

Una vez tuve que escoger gracias a un jefe hombre, o ser madre o continuar con la carrera investigadora… escogí ambas cosas pero afortunadamente cambié de jefe. No hay día que no me acuerde del olor de mis niños, Xabi de 5 años y Celia de casi dos, y mire el reloj pensando qué estarán haciendo en este momento. Saben que estoy viva gracia a las fotos del blog y nuestras conversaciones de besugo a voces por teléfono. Mi mitad mamá está triste pero mi mitad oceanógrafa disfruta haciendo perfiles de oxígeno y variables del CO2, hablando de las masas de agua que hay en el Mar Mediterráneo y como se mueven y mezclan.

Y recogiendo el agua de la roseta
Sí, me encanta este Mar, la bañera de Ulises, en él ocurren procesos oceánicos a una escala temporal y espacial pequeña, es un mini océano-laboratorio. Salado y calentito con una alcalinidad y pH altísimos comparados con el Atlántico es perfecto para muestrear porque no te hielas las manos. Aún por encima posee mayor capacidad que el Atlántico para captar carbono antropogénico de la atmósfera. Al contrario que el resto de océanos donde la penetración de carbono antropogénico no suele llegar a más de 1000 metros, aquí llega hasta el fondo. Además, a mí que me gustan los cambios espero detectarlos en las masas de agua intermedias, profundas y de fondo y relacionarlos con forzamientos climáticos. Estos cambios que en otros océanos tardan en detectarse en escala de decenas de años aquí ocurren en la mitad de tiempo.
Investigadoras senior, junior, estudiantes, técnicas,
disfrundo del pintxo del sábado. Fotos: Pep Gasol


Mi corazón está partido entre mamá y oceanógrafa, pero ahora toca sólo oceanógrafa y me encanta. Tengo que agradecer al sufrido padre su paciencia y apoyo, y aunque vista a la niña algo estrafalaria ella siempre estará preciosa. Cariño… el detergente de la lavadora se pone en el hueco del medio.

Marta Álvarez


1 comentario:

  1. Nosotros también te echamos de menos, y esperamos ansiosos tu regreso. Besos de tu marido y de tus hijos. Te queremos

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