sábado, 17 de mayo de 2014

Bajo presión

Los muestreadores de alta presión, instalados en la roseta
Los oceanógrafos interesados ​​en la química y la biología de aguas profundas en general toman muestras de las capas de aguas profundas utilizando las llamadas botellas Niskin montadas en una roseta que contiene a su vez un CTD (de Conductividad, Temperatura y Depth/Profundidad). Las botellas son tubos más o menos sencillos con dos aberturas en cada extremo que se pueden cerrar a profundidades variables utilizando un mecanismo de resorte. Durante el ascenso del CTD del fondo hacia las aguas superficiales, estas botellas no retienen la presión de la capa de agua de mar se de la profundidad a la cual se tomaron las muestras inicialmente. Mientras que para la mayor parte de componentes químicos del agua de mar puede ser suficiente este procedimiento de muestreo, algunos microorganismos pueden comportarse de manera diferente al caer la presión desde el valor in situ a la presión atmosférica. Así, durante HOTMIX el equipo internacional de muestreo de alta presión (HPS) se propuso investigar los efectos de la presión diferencial en la actividad de los microorganismos de las profundidades del mar Mediterráneo.

El HPS team: Herman, Thomas y Chie. Fotos: Javier Arístegui
Para ello, diseñamos una botellas de titanio que son capaces de mantener una presión de hasta 700 bares. Las botellas funcionan como una jeringa, chupando el agua de mar en un tubo de 40 ml, pero desde el exterior se parecen probablemente más una máquina de espresso italiano (la versión simple, la que se pone directamente al fuego). Se pueden conectar a la roseta del CTD hasta 18 de estos muestreadores de retención de alta presión, que posteriormente se abren y se cierran en la oscuridad del océano, pero llegan a la luz del día bajo la presión que había in situ.

Hay bastantes etapas preparativas antes de que los sistemas de muestreo desciendan al océano oscuro. El día del equipo HPS comienza en las 5:30 de la mañana. El resto de los científicos todavía están soñando con la salida del sol, mientras nosotros tropezamos en nuestro contenedor que aloja todas las herramientas necesarias para el cuidado de las botellas de presión. La primera tarea consiste en reunir a los muestreadores, a los cuales añadimos sustratos fluorescentes para las mediciones de la actividad de los microorganismos y finalmente montamos los muestreadores en unos bastidores unidos a la roseta del CTD. Todo este trabajo se desarrolla en silencio absoluto, ya que solemos estar demasiado cansados para traducir nuestros pensamientos de nuestras lenguas maternas, es decir, japonés, neerlandés y austriaco en el “jinglisch” denominador común. En todo caso, cada uno de nosotros sabe exactamente qué hacer, así que no hay necesidad de perder tiempo en palabras banas en este momento del día.
Relax después del trabajo.

El trabajo, sin embargo, no se detiene aquí. Después de que los muestreadores regresen de su excursión al océano profundo, toca desmontar y comprobar si tienen la presión correcta. Después de eso los muestreadores se incuban hasta el momento del análisis. Una vez que todo esto se ha hecho, los muestreadores tienen que ser desmontados y limpiados con energía hasta el próximo viaje. Para desmontar los muestreadors tenemos una gran variedad de aparatos que nos ayudan a mantener nuestras manos intactas y acelerar el proceso. Igualmente, la maquinaria para lavar los muestreadores son el sueño de un limpiador profesional: tenemos nuestro propio lavavajillas, baño de sonicación e incluso un horno de secado para tratamiento sanitario… Un lujo.

Nuestra tienda está abierta todos los días hasta las 21:00 h, sin embargo, a mediodía hay algo de tiempo para una reunión en la popa en la cual discutir el programa de los próximos días…

Thomas Reinthaler


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