De momento la suerte está de nuestra parte y
el mar se ha comportado hasta el momento de una forma inmejorable, hecho que ha
permitido a los poco, o nada, acostumbrados a navegar a adaptarse al balanceo.
Foto: Javier Arístegui |
Esta mañana nos ha tocado pelearnos un rato
con los datos obtenidos con el CTD, pero al final el ODV y el Matlab han
aceptado nuestra victoria, o eso nos parece… Ya hemos pasado el estrecho, o eso nos
dijeron, ya que era de noche y no se veía nada más que luces, pero fue bonito.
El ambiente es fantástico, nos echamos unas
risas bastante a menudo, arreglamos el mundo con palabras, descubrimos que lo
único que cambia de los juegos de cartas son los nombres, etc. Supongo que es
lo que tiene un barco, que aunque sea grande, no puedes huir. Pero no hace
falta, o eso creo.
Dídac Salvadó Lluverol
Alumno de máster de Oceanografía, ULPGC
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